Ingredientes:
8 muslos de pollo
500 ml de leche
300 g de harina
1 cucharada de especias al gusto: orégano, pimentón, curry, cebolla en polvo, ajo en polvo
+1/2 cucharadita de las especias anteriores más 100 g de harina
Sal y pimienta
Aceite
Preparación:
1. Lo primero para hacer pollo frito al estilo KFC es preparar una tempura. Para ello, ponemos en un recipiente bastante ancho 300 g de harina y una cucharada de cada una de las especias que hayamos elegido. También añadimos una buena pizca de sal. Puede que te parezcan demasiadas especias, pero aquí está el secreto de la receta. Además, a la hora de comer, dan ese sabor que queremos, pero no se notan tanto en la boca. También añadimos la leche, entre 350 y 400 ml. La cantidad exacta dependerá mucho de la marca de harina utilizada. La idea es mezclarlo todo con un batidor y que quede una masa más bien licuada, pero con mucho cuerpo. Cuando todos los ingredientes estén bien mezclados, pasamos la varilla por encima de la tempura y, si se pega a ella pero enseguida se desprende, esa será la textura exacta que queremos.
2. Ahora ponemos el pollo sazonado dentro de la tempura. Lo cubrimos bien con ella y lo tapamos. Dejamos macerar al menos una hora en la nevera. Si es más tiempo, mejor.
3. Pasado el tiempo, preparamos el rebozado exterior que llevará el pollo. Ponemos los 100g de harina que habíamos reservado en un plato y añadimos media cucharadita de las mismas especias que habíamos añadido previamente a la tempura. Removemos todo bien para que todas las especias se mezclen con la harina.
4. Sacamos el pollo de la nevera y, sin retirar demasiado el exceso de masa de la tempura, lo pasamos por la harina. Dejamos que se impregne bien con ella. Luego lo ponemos en abundante aceite de oliva, a fuego fuerte pero no demasiado o se quedarán crudas por el centro (yo lo hago a una potencia de 7, de las 9 máximas que tiene mi vitrocerámica) y lo freímos. En unos 10 minutos estarán listas.