¿Conoces el truco de los 2 dedos para elegir la mejor sandía? ¡Funciona de verdad!

Descubre este truco infalible para elegir siempre la sandía perfecta, simplemente con dos dedos. No cometas más errores cuando vayas a comprar este verano, ¡y disfruta de la dulzura y frescura de esta jugosa fruta en cada bocado!

Seleccionar la fruta perfectamente madura en el supermercado puede parecer a veces uno de los misterios más enigmáticos de la vida, sobre todo cuando se trata de sandías. No puedes abrirlas en la tienda para comprobar su calidad, y no hay nada más decepcionante que volver a casa con la que crees que es la mejor sandía del lote, sólo para descubrir un interior insípido y harinoso. Pero eso es cosa del pasado. Hay un truco muy sencillo para elegir una buena sandía directamente de las manos.

Marcas para medir con dos dedos

Todo lo que hay que hacer para encontrar una sandía madura es medir las marcas de la corteza con dos dedos. Busque rayas verdes claras, un requisito previo para cualquier sandía de calidad. Si no tiene rayas, se ha recogido demasiado pronto y probablemente será de menor calidad. Cada raya verde debe tener aproximadamente la anchura de los dedos índice y corazón juntos. Elegir una sandía con rayas del ancho de dos dedos le garantizará una degustación a la altura. Ya sea tal cual, con un poco de sal o como parte de una ensalada de sandía, ¡será deliciosa!

Comprobar la madurez de una sandía utilizando otros métodos

Hay otros indicios para saber lo madura que está una sandía. Además de la prueba del dedo, también puede comprobar el peso de la fruta. Una sandía que parece más pesada significa que tiene un alto contenido en agua y, por lo tanto, será más jugosa.

Otro método consiste en observar la zona descolorida debajo de la sandía. La decoloración varía del crema pálido al amarillo intenso o incluso al naranja claro. La decoloración no es un defecto, sino una indicación del tiempo que la sandía lleva madurando en la cepa. Lo ideal es elegir una sandía con una mancha amarilla intensa, ya que es la que se ha dejado madurar durante un tiempo adecuado antes de cosecharla. Como las sandías son una de las pocas frutas que no maduran una vez recogidas, esas horas extra en la vid son esenciales para obtener una fruta dulce y deliciosa.