El papel higiénico lavable es el nuevo invento de ecologistas y ahorradores, aquí te contamos cómo funciona y qué debes tener en cuenta.
¿Cuántos residuos producimos cada día con nuestras actividades en el baño? Incontables, si pensamos en pañales, compresas, discos de algodón y papel higiénico. Este último, en particular, puede tener un impacto significativo en el presupuesto de la compra. Por eso, y para ayudar al medio ambiente, la última frontera de la ecología es el papel higiénico lavable. Descubramos en qué consiste.
PAPEL HIGIÉNICO LAVABLE: UNA SOLUCIÓN ECONÓMICA Y ECOLÓGICA
El objetivo de residuo cero es desde hace tiempo una de las prioridades de varias empresas, que ofrecen diversos productos de bajo residuo, como compresas lavables, vasos de silicona, pero también las propias pastillas de detergente. Y aquí es donde entra usted: el papel higiénico lavable. ¿Cómo funciona?
Se trata de pequeños trozos de tela, largos y estrechos, parecidos a toallas, que deben utilizarse del mismo modo que el papel higiénico ordinario. Con la diferencia de que, una vez utilizados, no deben tirarse a la basura: deben recogerse en una cesta o recipiente y luego lavarse a altas temperaturas. La idea básica es proponer una alternativa ecológica y más sostenible al papel higiénico tradicional.
Este último se produce normalmente a partir de celulosa derivada de los árboles, se blanquea con productos químicos y luego se envasa, normalmente con materiales plásticos. Además, hay que tener en cuenta la contaminación producida por el transporte. Por si fuera poco, el papel higiénico tiene un impacto significativo en el coste de nuestra compra semanal, ya que un paquete puede costar hasta 5-6 euros.
Por ello, el papel higiénico lavable se presenta para muchos como una alternativa viable y económica a este residuo. Por el momento, sin embargo, no son muchas las marcas conocidas que producen esta novedad. Son sobre todo artesanos en línea los que ofrecen este producto, por ejemplo en portales como Etsy.
Normalmente, junto con el papel higiénico lavable, estas pequeñas tiendas también ofrecen bolsas impermeables que pueden utilizarse para recoger el papel sucio y volver a lavarlo.
El lado negativo de la medalla: los detractores del nuevo invento
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque muchas personas han acogido con satisfacción esta innovación, otras tantas dicen que les disgusta tal invento, sobre todo por razones higiénicas. En efecto, cabe preguntarse si este método es seguro ante la posible transmisión de enfermedades y bacterias por las heces, sobre todo cuando uno no vive solo, sino que comparte el cuarto de baño con otras personas.
El principal problema surge al lavar el papel higiénico sucio. Meter varios trozos de tela contaminados en una bolsa impermeable y luego lavarlos juntos podría desatar una auténtica bomba de microbios y bacterias, como la E. coli. Esta última, en concreto, puede destruirse lavando a temperaturas muy altas, y adiós a la solución verde.
Además, muchos señalan que aunque esta solución ahorre el coste del papel higiénico en el momento de la compra, las facturas de electricidad y energía aumentarán drásticamente, al igual que el agua utilizada.
En última instancia, quizá sólo la experiencia lleve a perfeccionar el uso de este nuevo método para que los beneficios superen efectivamente a los inconvenientes y recelos.