Ingredientes
190 ml de agua o leche hirviendo
440 ml de harina de repostería
440 ml de azúcar en polvo/azúcar moreno triturado
5 ml de sal
15 ml de levadura en polvo
125 ml de aceite
7 huevos, separados
5 ml de vainilla
2 ml de crema pastelera
La elección entre una tarta blanca o de chocolate dependerá de tus preferencias personales y del gusto de tus comensales. Ambas opciones son deliciosas y populares, así que aquí tienes una breve descripción de cada una para ayudarte a decidir:
Tarta blanca: La tarta blanca, también conocida como tarta de vainilla o tarta de crema, es una opción clásica y versátil. Tiene un sabor suave y delicado, con notas de vainilla y una textura cremosa. Puedes hacerla con una base de masa quebrada o masa de galletas, y el relleno suele estar hecho a base de crema pastelera o crema de vainilla. Puedes decorarla con frutas frescas, crema batida o incluso espolvorear azúcar glas por encima para darle un toque elegante. La tarta blanca es ideal para aquellos que prefieren sabores más suaves y menos intensos.
Tarta de chocolate: La tarta de chocolate es un verdadero placer para los amantes del cacao. Tiene un sabor rico y indulgente, con una textura suave y cremosa o densa y fudgy, dependiendo de la receta. La base de esta tarta suele ser una masa de galletas o de cacao, y el relleno puede ser una ganache de chocolate, crema de chocolate o incluso una mousse de chocolate. Puedes decorarla con virutas de chocolate, frutos secos, o simplemente con un poco de cacao en polvo espolvoreado por encima. La tarta de chocolate es perfecta para aquellos que buscan un postre más decadente y lleno de sabor.
En última instancia, la elección entre una tarta blanca o de chocolate dependerá de tus gustos personales y del tipo de ocasión. Si tienes invitados con diferentes preferencias, puedes incluso optar por hacer ambas tartas para complacer a todos. ¡Disfruta del proceso de preparar tu tarta y del delicioso resultado final!