El proceso de cultivar y plantar un mango es una aventura llena de fascinación y gratificación que te lleva desde la selección de la fruta adecuada hasta la eventual cosecha de tus propios mangos jugosos. Cada paso es crucial para el éxito de tu cultivo. Permíteme guiarte a través de este emocionante viaje:
Paso 1: Selección de la Mango Perfecta: Para comenzar, selecciona una mango madura y saludable, ya sea del supermercado o del mercado local. Es fundamental elegir una variedad que pueda prosperar en tu clima específico. Ten en cuenta que no todas las semillas de mango son viables.
Paso 2: Extracción del Núcleo del Mango: Una vez seleccionada la fruta, es hora de extraer la semilla. Retira la pulpa alrededor del núcleo y límpialo completamente. Luego, quita la cáscara dura que rodea el núcleo con cuidado utilizando un cuchillo, dejando al descubierto la semilla interna.
Paso 3: Preparación de la Semilla de Mango: Dentro del núcleo, encontrarás una semilla plana y marrón fácilmente reconocible. Remoja la semilla en agua durante la noche para ablandar la piel exterior.
Paso 4: Germinación de la Semilla de Mango: Planta la semilla en una maceta con tierra bien drenada, asegurándote de que el lado plano de la semilla quede hacia arriba. Mantén la tierra húmeda pero no empapada. En unas semanas, la semilla debería empezar a germinar.
Paso 5: Cuidado del Joven Árbol de Mango: Ubica la maceta en un lugar soleado para que la plántula reciba suficiente luz solar. Riégala regularmente, evitando el encharcamiento del suelo. Los mangos prefieren temperaturas cálidas, así que protégelos del frío.
Paso 6: Trasplante al Jardín: Una vez que la planta tenga alrededor de 30 cm de altura y sea lo suficientemente resistente, trasplántala al jardín en un área con pleno sol y suelo bien drenado. Mantén el cuello de la raíz ligeramente por encima del nivel del suelo. Asegúrate de mantener el suelo alrededor de la planta bien mulchado para retener la humedad y riega regularmente.
Paso 7: Cuidado y Cosecha: Durante los períodos de sequía, riega regularmente. Durante la temporada de crecimiento, alimenta la planta con un fertilizante equilibrado. Dependiendo de la variedad, la planta puede tardar varios años en producir fruta. Cuando los mangos estén maduros, córtalos y disfrútalos.
Sigue estos pasos con paciencia y podrás cultivar tu propio mango desde una semilla de mango. Aunque requiere tiempo y esfuerzo, la recompensa de saborear mangos frescos de tu propio jardín hace que valga la pena cada momento de espera.