¿Alguna vez has imaginado la posibilidad de cultivar árboles de cerezo en la comodidad de tu hogar, utilizando los restos de la fruta? En los meses de verano, uno de los placeres más exquisitos que nos brinda la naturaleza son las cerezas, disfrutadas tanto por adultos como por niños. Sin embargo, el proceso de cultivar un árbol es todo un arte que muchos desconocen se puede llevar a cabo a partir de la semilla contenida en la propia fruta. ¡Acompáñanos en este fascinante viaje para descubrir cómo lograrlo! Si alguna vez has anhelado tener tus propios cerezos en casa pero has creído que era una tarea imposible, aquí está la solución que has estado buscando: un tutorial rápido y sencillo para comenzar, hasta que estés listo para realizar injertos.
Para empezar, selecciona cerezas maduras, que hayan alcanzado su distintivo color rojo oscuro. Evita escoger aquellas que aún no estén completamente maduras, ya que podrían contener una semilla subdesarrollada. A continuación, extrae el hueso de la cereza y déjalo al aire libre durante aproximadamente 5 a 7 días para que se seque por completo, preferiblemente al sol. Una vez seco, con la ayuda de una pinza, rompe delicadamente la cáscara exterior del hueso con un martillo para extraer el núcleo interno que necesitarás para la germinación.
Luego, prepara un recipiente de plástico con tapa y un par de hojas de papel absorbente del mismo tamaño. Coloca una de las hojas en el fondo del recipiente y humedécela con un rociador de agua. Acomoda los huesos sobre la hoja y cúbrelos con la otra hoja de papel absorbente, también humedecida. A continuación, guarda el recipiente en el refrigerador. Después de aproximadamente 10 días, comenzarán a brotar los primeros brotes. Con cuidado, retira la capa superior del papel y observa cómo emergen los delicados brotes.
Posteriormente, llena un vaso con tierra suave y bien drenada, como una mezcla de tierra universal y perlita. Haz un pequeño agujero en el centro, de aproximadamente 1 cm de profundidad, y coloca el hueso dentro, con la raíz nueva orientada hacia la parte inferior del vaso. Cubre el hueso con un poco de tierra y coloca el vaso en un lugar sombreado. Requiere tiempo y paciencia, pero con diligencia, eventualmente verás cómo tu árbol de cerezo echa raíces en tu propio hogar, creciendo fuerte y exuberante, ¡todo obtenido completamente gratis!