¿Puré casero? Un plato tradicional y familiar, fácil de preparar, que gusta por igual a pequeños y mayores y que combina bien con pescado o carne.
Es un imprescindible culinario que se pone en el menú al menos una vez a la semana. Pero aunque el puré de patatas es imprescindible, puede volverse rápidamente aburrido y monótono.
El puré de patatas es justo lo que necesitas cuando se acerca el invierno. Cálida y sustanciosa, esta receta es el acompañamiento perfecto para carnes y pescados. Descubra un ingrediente que animará su puré de patatas y le dará una nueva vida.
Transforme su puré con un solo ingrediente
Se suele decir que el puré es una receta sencilla, pero no es tan fácil hacer un puré suave y sabroso. Aquí tienes algunos secretos sobre cómo hacerlo.
Para empezar, una buena cocina implica buenos ingredientes. La variedad de patata que elija es crucial. Se necesitan patatas de pulpa firme como la Amandine, la Bintje o la Ratte. Para cocinarlas, el truco que utilizan los grandes chefs es cocer la patata con piel en agua hirviendo con sal. Una vez cocidas las patatas, no hay que batirlas nunca, sino machacarlas a mano con un pasapurés o un tenedor como hacían nuestras abuelas, para evitar que se peguen.
Ahora sólo tienes que añadir la leche y la mantequilla. Cuidado: la leche debe estar caliente para incorporarse bien y crear una textura suave. ¿Y el famoso ingrediente que lo cambia todo? Pues ahora es el momento: para dar un poco de sabor a tu preparación, añade un poco de queso. Según tus gustos, da un giro a tu receta con parmesano, emmental rallado o incluso queso de cabra o roquefort. Este pequeño toque de carácter realzará su puré y lo convertirá en una delicia para grandes y pequeños.