Las semillas de esta fruta no deben comerse nunca. Esto es lo que le ocurre a tu cuerpo si las ingieres. Ten cuidado con lo que tragas.
Fíjate en estas semillas de la foto: ¿has averiguado a qué fruta pertenecen? Te anticipamos que está entre las más queridas y consumidas por los italianos. Sin embargo, sus mismas semillas son malas para nuestro organismo. He aquí por qué no debes comerlas nunca.
SEMILLAS Y NUTRICIÓN: CUÁLES TOMAR Y CUÁLES EVITAR
Las semillas forman ya parte de nuestra dieta. Definidas como «superalimentos», entran en esa categoría de nutrientes de los que nunca deberíamos prescindir.
La mayoría de ellos son ricos en proteínas, vitaminas, grasas saludables y otras sustancias beneficiosas que ayudan al organismo a sentirse bien. Sin embargo, hay otros que no deben ingerirse porque son peligrosos para nuestra salud.
Estudios científicos han demostrado que, efectivamente, estos alimentos de origen vegetal aportan muchos beneficios, aunque no pueden ni deben considerarse como un sustituto de la comida, sino más bien como un importante complemento nutricional.
Entre las semillas que podemos introducir en nuestra dieta están, por ejemplo, las pipas de calabaza. Suplemento natural inmejorable, se encuentran entre las fuentes de proteínas más importantes del reino vegetal y son especialmente recomendables para quienes siguen una dieta vegana o vegetariana.
¿Has probado alguna vez las semillas de amapola? Excelentes en la leche, el yogur o para hacer pasteles dietéticos, son ricas en calcio, un mineral esencial para proteger los huesos, los músculos, el corazón y los dientes.
Las semillas de chía también tienen propiedades incedibles. Ricas en fibra, son una fuente de proteínas vegetales, perfectas para regularizar el intestino. También están en nuestra lista las semillas de cilantro, que, según algunas investigaciones, parecen ser capaces de proteger y reforzar el sistema inmunitario.
Estas son algunas de las semillas que podemos incorporar a nuestra dieta y que son buenas para el organismo. Hay, sin embargo, otras que no se deben ingerir. Nos referimos en concreto a las semillas de esta fruta tan querida por los italianos.
Las semillas de esta fruta nunca deben comerse: he aquí por qué
Fíjese bien en la fotografía de arriba. ¿Reconoce estas semillas? ¿Sabe a qué fruta pertenecen? ¿Las ha comido alguna vez? Si la respuesta a estas 3 preguntas es afirmativa, te decimos que has puesto en riesgo la salud de tu organismo.
Si, por el contrario, no tienes ni idea de qué son estas semillas, te lo contamos: ¡son las de las manzanas! ¿Cuántas veces has consumido esta deliciosa y sabrosa fruta y has ingerido accidentalmente sus semillas? Seguramente muchas. Sigue leyendo para saber por qué no deberías volver a hacerlo.
¿Cómo es posible que las manzanas, consideradas durante mucho tiempo la fruta de la salud, estén llenas de semillas peligrosas? He aquí la respuesta. Las semillas en cuestión son ricas en una sustancia, la amigdalina, precursora del cianuro que, como usted bien sabe, es tóxico cuando no letal. Esta es la razón por la que ingerir una cantidad excesiva de estas semillas podría suponer un riesgo para la salud.
Pero, ¿cuáles son las cantidades peligrosas? Según algunos estudios científicos, hay que ingerir 170 gramos de semillas para empezar a experimentar efectos secundarios como dolor abdominal, náuseas y dolores de cabeza persistentes. Aunque es bastante difícil recuperar todas estas semillas, no se recomienda comerlas ni siquiera en pequeñas cantidades.
Para que se produzca una intoxicación, es necesario masticar e ingerir 4300 semillas, una gran cantidad que hace que la posibilidad de que esto ocurra sea remota pero no imposible.
No sólo las manzanas contienen amigdalina, también hay otras frutas populares que contienen esta sustancia tóxica, como los albaricoques y los melocotones. Cuidado también con las semillas de pera. También éstas, si se ingieren, son capaces de producir cianuro al entrar en contacto con las enzimas del estómago.
Por lo tanto, ya se ha dado cuenta de que es necesario diferenciar entre las distintas semillas que hay en el mercado y las que se encuentran de forma natural en la fruta. Tenga siempre cuidado con lo que lleva a la mesa y, sobre todo, con lo que ingiere. Mientras que algunas semillas son realmente un superalimento, otras representan un peligro para nuestra salud que no debemos subestimar.
No excluya a priori las semillas de su plan nutricional. Basta con aprender a distinguir las que son comestibles y saludables de las que provocan intoxicaciones y envenenamientos.