Un impulso natural para plantas saludables y autóctonas que casi todos tienen en casa

En muchos hogares, hay un subproducto frecuentemente pasado por alto que sirve como excelente fertilizante para tus plantas. Descubramos de qué se trata.

Las plantas necesitan ser fertilizadas ocasionalmente para un desarrollo saludable. La fertilización es un aspecto crucial para promover el crecimiento vigoroso y saludable de las plantas. Debe realizarse durante la fase activa de crecimiento, generalmente en primavera y verano. Se debe evitar fertilizar en invierno o durante períodos de dormancia de las plantas.

Wood ash

El fertilizante puede aplicarse en diversas formas como gránulos, polvos o líquidos. Además de los fertilizantes químicos, se recomienda el uso de fertilizantes orgánicos como el compost o el estiércol, ya que proporcionan nutrientes a largo plazo y mejoran la salud del suelo. El uso de fertilizantes orgánicos también contribuye a la sostenibilidad ambiental.

Un fertilizante económico de uso doméstico

Se puede nutrir a las plantas de manera natural y biológica. Un fertilizante de este tipo, que quienes tienen una chimenea a menudo desechan, es la ceniza, la cual se genera durante la combustión de la madera. La ceniza tiene un alto contenido de potasio, fósforo, calcio y magnesio, y contribuye a la fertilidad del suelo. El calcio mantiene las plantas saludables y previene la pudrición de las flores, mientras que el potasio es importante para mantener el rendimiento de las plantas.

Por ejemplo, la ceniza juega un papel crucial en el cultivo de vegetales como los tomates. Si el suelo donde se cultivan carece de potasio, los tomates pueden crecer con manchas. El magnesio, por otro lado, es esencial para que las hojas de tomate se mantengan verdes y absorban mejor la luz solar. Si las hojas están amarillas y enrolladas, significa que el suelo carece de magnesio.

Entre otras propiedades de la ceniza de madera, destaca su capacidad para actuar como repelente. De hecho, la presencia de sales desalienta la presencia de pulgones, caracoles y otros parásitos. Sin embargo, esta función repelente se pierde cuando la ceniza se moja. Por lo tanto, su aplicación debe repetirse con el tiempo para asegurar el efecto.

La ceniza de madera puede usarse fácilmente como repelente simplemente esparciéndola alrededor de la base de las plantas. Por supuesto, nunca debe usarse caliente.

Sin embargo, si se utiliza como fertilizante, debe mezclarse con el suelo. Para potenciar su efecto, se pueden agregar algunas hojas de cola de caballo. Esta planta, aunque considerada una maleza, contiene numerosos elementos útiles para el crecimiento, como manganeso y magnesio.