RIBEYE STEAK

El rib-eye, a veces conocido como filete escocés o entrecot, es uno de los bistecs más populares del mundo. Procede del músculo Longissimus Dorsi, que recorre la espina dorsal y no trabaja demasiado, lo que le confiere una textura tierna y encantadora. Sin embargo, lo que realmente lo hace destacar es toda la maravillosa grasa entreverada que recorre la carne (incluido un «ojo» de grasa en el centro, de ahí el nombre del filete), que al cocinarse se funde y se funde con el filete. Esto aporta un sabor extra a carne y una textura jugosa, húmeda y tierna.

Un bistec de costilla puede proceder de la sexta a la duodécima costilla, y el extremo del que proceda dictará cómo debe cocinarse. El corte central es el más común (y a menudo el que se encuentra al comprar filetes de costilla en los supermercados). Contiene parte del tocino y una buena cantidad de marmoleado. Luego tenemos los dos extremos: el lomo corto y el chuck. El extremo del lomo corto tiene poco o nada de grasa y menos marmoleo, por lo que es más adecuado para quienes prefieren menos grasa. En cambio, el extremo de la paleta tiene más marmoleo y la mayor parte de la tapa. Para obtener el máximo sabor de un costillar, pida a su carnicero filetes cortados de la parte del chuletón.

Ingredientes:

  • 1 o más filetes de chuletón (de 1 a 1,5 pulgadas de grosor)
  • Sal (preferiblemente sal kosher gruesa)
  • Pimienta negra recién molida
  • Aceite de oliva o vegetal
  • Opcional: Dientes de ajo, hierbas frescas (romero o tomillo) y mantequilla para darle más sabor.

Instrucciones:

  1. Ponga el filete a temperatura ambiente: Saque los filetes de entrecot del frigorífico al menos 30 minutos antes de cocinarlos para que alcancen la temperatura ambiente. Esto asegura una cocción uniforme.
  2. Precalentar el Horno: Precaliente su horno a 400°F (200°C). Esto se utilizará más tarde para terminar el filete.
  3. Sazone el filete: Seque los filetes de ribeye con toallas de papel. Sazona ambos lados generosamente con sal y pimienta negra recién molida. Si lo desea, puede añadir ajo picado o espolvorear hierbas frescas sobre los filetes para darles más sabor.
  4. Precalentar la sartén: Calentar una sartén de hierro fundido o una sartén gruesa apta para horno a fuego medio-alto. Añade una pequeña cantidad de aceite para cubrir el fondo de la sartén.
  5. Saltear el filete: Una vez que la sartén esté caliente, colocar los filetes de ribeye en la sartén. Sofría cada lado durante unos 2-3 minutos o hasta que se forme una costra dorada. No mueva demasiado el filete; deje que se haga para obtener la mejor corteza.
  6. Añadir mantequilla y aromatizantes (opcional) Si lo desea, añada unas cucharadas de mantequilla a la sartén junto con los dientes de ajo y las hierbas frescas. Incline la sartén y unte los filetes con la mantequilla derretida para darles más sabor.
  7. Trasladar al horno: Trasladar toda la sartén al horno precalentado para terminar la cocción. Utilice un guante de cocina, ya que el mango estará caliente. Cocine durante unos 5-7 minutos para un término medio, o ajuste el tiempo según el grado de cocción que prefiera.
  8. Reposo del filete: Retire la sartén del horno y deje reposar los filetes durante al menos 5 minutos sobre una tabla de cortar. Esto permite que los jugos se redistribuyan y asegura un filete jugoso.
  9. Cortar y servir: Corta el costillar a contrapelo y sírvelo inmediatamente. Puede acompañarlo con sus guarniciones favoritas, como puré de patatas, verduras asadas o una ensalada sencilla.

Disfrute de su chuletón perfectamente cocinado.