PARA CULTIVAR TODO EL AÑO, PRUEBE CON UN INVERNADERO SUBTERRÁNEO: Cómo construir un invernadero subterráneo

Cultivar plantas durante todo el año, sobre todo en climas más fríos o fluctuantes, puede ser todo un reto. Sin embargo, un invernadero subterráneo, también conocido como «walipini» o «invernadero de foso», ofrece una solución sostenible. Aprovechando el aislamiento natural de la Tierra, estos invernaderos mantienen temperaturas más constantes, protegen las plantas de las inclemencias del tiempo y prolongan el periodo vegetativo.

un1

Ventajas de un invernadero subterráneo:

  • Estabilidad térmica: La tierra tiene propiedades aislantes naturales. Incluso a pocos metros por debajo de la superficie, el suelo mantiene una temperatura relativamente estable.
  • Protección contra los elementos: Los invernaderos subterráneos están menos expuestos al viento, la nieve y el granizo, lo que reduce el riesgo de daños.
  • Temporada de cultivo ampliada: El entorno estable permite el cultivo incluso durante los meses más fríos.
  • Sostenibilidad: Requiere menos energía para calefacción gracias al aislamiento natural.

2. Elegir la ubicación adecuada:

  • Luz solar: Busque un lugar con la máxima exposición al sol. Los lugares orientados al sur son ideales en el hemisferio norte, y los orientados al norte en el hemisferio sur.
  • Drenaje del agua: Asegúrese de que el terreno tiene un buen drenaje para evitar la acumulación de agua. Considere la posibilidad de construir bancales elevados o caminos de grava para facilitar el drenaje.
  • Accesibilidad: Elige un lugar al que se pueda acceder fácilmente durante todo el año.

3. Construcción del invernadero subterráneo:

a. Excavación:

  • Profundidad: Cava a unos 8-10 pies de profundidad para beneficiarte del aislamiento de la tierra. La profundidad puede variar en función de la línea de congelación de tu región.
  • Ancho y Largo: En función de sus necesidades. Un tamaño estándar podría ser 10×20 pies, pero ajústelo según sea necesario.

b. Paredes:

  • Construye muros con ladrillos, piedras o sacos de tierra. Refuérzalos con hormigón si es necesario.
  • Aísla la pared norte para retener el calor. Puedes utilizar balas de paja, espuma aislante u otros materiales aislantes.

c. Techado:

  • Utilice plástico de invernadero resistente a los rayos UV, paneles de policarbonato o vidrio para la cubierta.
  • Asegúrate de que el tejado esté inclinado para que entre la máxima luz solar y escurra la lluvia y la nieve.

d. Suelo:

  • Un suelo de grava puede mejorar el drenaje. Opcionalmente, puede utilizar hormigón o incluso mantener un suelo de tierra natural, según sus preferencias.

e. Ventilación:

  • Incorpore respiraderos o ventanas en el tejado o en el extremo superior del tejado inclinado para que salga el aire caliente.
  • Considera la posibilidad de añadir una puerta en cada extremo del invernadero para facilitar la circulación del aire y la accesibilidad.

4. Mantenimiento del invernadero subterráneo:

  • Vigilancia: Compruebe regularmente la temperatura y la humedad. Considere la posibilidad de instalar un termostato.
  • Control de plagas: Debido a su construcción única, un invernadero subterráneo puede ser más susceptible a ciertas plagas. Inspeccione con regularidad y emplee elementos naturales de disuasión.
  • Riego: Dependiendo de las plantas y de la humedad, ajuste su programa de riego. Recuerde que regar en exceso puede causar problemas de drenaje.

5. Consejos adicionales:

  • Barriles de agua: Coloca barriles de agua dentro del invernadero. Absorben el calor durante el día y lo liberan por la noche, estabilizando las temperaturas.
  • Cestos elevados: Utilizar bancales elevados puede ayudar a evitar el encharcamiento y la pudrición de las raíces.
  • Superficies reflectantes: Coloca materiales reflectantes en las paredes para maximizar la distribución de la luz.

Conclusión:

Un invernadero subterráneo puede ser una forma fantástica y sostenible de cultivar plantas durante todo el año. Aunque requiere un esfuerzo y una inversión iniciales, la recompensa de obtener productos frescos cultivados en casa incluso durante los meses más fríos hace que merezca la pena. Acuérdate de mantener e inspeccionar periódicamente tu invernadero para garantizar las mejores condiciones de cultivo para tus plantas.