ORQUÍDEAS EN ABUNDANCIA Y SIEMPRE VIGOROSAS CON UNA PIZCA DE ESTE

Orchidee rigogliose

 

Las orquídeas, plantas tropicales apreciadas como elementos decorativos en nuestros hogares, son fascinantes por diversas razones. Originalmente cultivadas en invernaderos o en entornos húmedos y cálidos, con el tiempo se han adaptado a condiciones más europeas gracias a nuevos híbridos resistentes.

El nombre «orquídea», de origen latino, se refiere a los tubérculos conspicuos en la base de algunas especies endémicas de Italia. Estas plantas no solo destacan por sus coloridas flores, sino también por sus hermosas hojas de textura carnosa.

Con raíces aéreas y carnosas, las orquídeas absorben la humedad del aire y de las superficies donde se adhieren. A menudo, tras la primera floración, se cree erróneamente que la orquídea está muerta, pero en realidad hay trucos simples para su cuidado.

Un ingrediente común en nuestras cocinas, el ajo en polvo, puede ser un aliado para el crecimiento y activación de las raíces de las orquídeas. Al ser un antibiótico natural, protege contra enfermedades fúngicas e insectos, y puede ayudar a eliminar raíces y hojas muertas.

Para usarlo como nutriente líquido, basta con poner una cucharada en un vaso, agregar agua hirviendo, remover y dejar enfriar. Este proceso se repite cada dos semanas, utilizando cinco cucharadas de agua y ajo picado para orquídeas de tamaño medio.

Es importante no sobrealimentar a las orquídeas con este líquido, ya que podría tener el efecto contrario al deseado.