Mousse de café

¡Consigue tu dosis de cafeína mientras disfrutas de un dulce capricho! Esta decadente receta de mousse de café de 5 ingredientes es un postre increíblemente fácil de preparar, ideal para servir a una multitud.

Cuando piensa en mousse, ¿se imagina panaderías y pastelerías francesas? No hace falta. La mousse es fácil de hacer en casa, y no necesitas ningún ingrediente extravagante para conseguirlo.

Por ejemplo, esta receta de mousse de café. Se trata de un postre no horneable que se prepara incorporando nata montada a una mezcla suave y sedosa de café, chocolate fundido, azúcar en polvo y leche. El resultado es una mezcla parecida al pudin que se transforma en un postre ligero como el aire tras unas horas en el frigorífico.

Elaborada con auténtico café o espresso, esta receta de mousse de espresso es una delicia decadente y elegante perfecta para cenas o eventos especiales.

Por qué te encantará esta receta de mousse de café

Este postre sin hornear es uno de mis favoritos. Hago mousse todo el año con todo tipo de sabores, ¡como limón, chocolate y fresa! Es muy rápido y fácil, y no necesita huevos, gelatina, cremor tártaro ni otros ingredientes complicados.

Rápido y sencillo. Hacer mousse casera sin huevo es sorprendentemente fácil y sólo requiere 5 sencillos ingredientes.
Agradable para todos Los bocados ricos y cremosos y el toque de cafeína gustarán a todos. Además, se sirve en porciones individuales, así que no hay peleas.
Mejor que una taza de café. En lugar de servir café o té después de cenar, ¡sirve una taza de mousse de café!
Flexible. Puedes preparar la mousse de café con o sin lácteos, ajustar el nivel de cafeína a tu gusto y reducir el azúcar para obtener una versión menos dulce.

Ingredientes necesarios

Esta receta de mousse de café utiliza 5 ingredientes que posiblemente ya tengas en casa:

Nata espesa. La nata se monta hasta que quede ligera y esponjosa. Es el secreto de este postre ligero como el aire, pero rico y aterciopelado.
Leche. Atempera los fuertes sabores del café.
Café fuerte o expreso. Recién hecho y enfriado. Puede utilizar cualquier tipo de café o espresso que le guste, o sustituirlo por descafeinado para hacer una versión sin cafeína.
Azúcar en polvo. Para endulzar la mousse. Para una alternativa menos dulce o sin azúcar, utilice mi azúcar en polvo casero sin azúcar.
Chocolate negro. El chocolate negro fundido equilibra la mousse con un sabor más agradablemente dulce. Puede utilizar chocolate con leche en su lugar, pero hará que la mousse sea más dulce

Cómo hacer mousse de café

En cuanto descubras lo fácil que es, se convertirá rápidamente en tu postre favorito. Así se hace la mousse de café desde cero:

Montar la nata. En un bol, montar la nata con una batidora eléctrica hasta que se formen picos firmes.

Preparar la mezcla de café. Mezcle la leche, el café preparado y enfriado, el azúcar en polvo y el chocolate derretido en un bol aparte.
Incorpore la nata. Incorpore suavemente la nata montada a la mezcla de café y chocolate hasta que esté suave y no queden rayas blancas.

Enfriar y servir. Reparta la mousse de chocolate y café en copas individuales y métalas en el frigorífico para que cuaje. Déjelos enfriar durante al menos 2 horas antes de servir. ¡Que aproveche!

Consejos para hacer la mejor receta

Enfría la nata Y el bol de la batidora. La forma mejor y más rápida de hacer nata montada es montar la nata espesa fría en un bol metálico o de Pyrex. Acuérdate de meter el bol en la nevera la noche antes de preparar esta receta.
Incorpore lentamente la nata. Incorpore suavemente la nata montada a la mezcla de café y chocolate por tandas para que la mousse quede aireada y ligera.
Añada sal. Sólo una pizca de sal despertará los sabores ocultos del chocolate y el café.
Decorar. Sirva la mousse sin guarnición o añada un poco de emoción a la experiencia con granos de café, cacao en polvo y/o una pizca de canela por encima.
Servir en tazas. Reproduzca la clásica experiencia del café sirviendo la mousse de café en tazas.