Cultivar un plantón de manzano a partir de los desechos de una manzana es un proceso simple y económico que puede resultar en una planta fructífera con el tiempo. Aquí te explicamos los pasos para lograrlo sin gastar dinero.
PASO 1: SELECCIÓN DE LA MANZANA
Elige una manzana madura y ábrela cuidadosamente, evitando dañar la parte central que contiene las semillas. Detente antes de llegar al centro con un cuchillo y utiliza las manos para abrirlo. Obtén las semillas sin dañarlas.
PASO 2: GERMINACIÓN DE LAS SEMILLAS
Consigue un recipiente de plástico o vidrio con cierre hermético. Coloca una servilleta de tela blanca en el interior y coloca las semillas en ella. Rocía agua sobre la servilleta con un spray hasta que esté húmeda pero no empapada. Cierra el recipiente y deja reposar durante 10 días a la luz del sol indirecta.
PASO 3: PLANTACIÓN DE LAS SEMILLAS GERMINADAS
Después de 10 días, verifica si las semillas han germinado sin moho. Planta las semillas germinadas en una maceta de 10 cm de diámetro llena de turba o tierra universal de buena calidad y drenaje. Haz un agujero de 3-4 cm de profundidad, coloca la semilla germinada con la raíz hacia abajo y cúbrelo con tierra. Riega con un spray y coloca la maceta en un lugar bien iluminado, pero sin sol directo.
PASO 4: CRECIMIENTO DE LA PLÁNTULA
Con el tiempo, observarás el crecimiento del brote. Después de aproximadamente 7 días, verás una pequeña plántula de 4 cm. Después de un mes, las primeras hojas comenzarán a desarrollarse. A medida que la planta crece, al alcanzar más de 1 m de altura y 1 cm de diámetro en el tronco, estará lista para el injerto.
Cultivar un manzano a partir de desechos de manzana requiere paciencia, pero con cuidados adecuados, podrías tener tu propio árbol frutal. Disfruta del proceso y celebra el éxito de cultivar una planta sin costo a partir de residuos de manzana.