Las 10 enfermedades más comunes de la planta del tomate: Identificación, tratamiento y cuidados

share 12

Los tomates son un alimento básico en muchos huertos domésticos y campos de cultivo, apreciados por su versatilidad y delicioso sabor. Sin embargo, las tomateras son susceptibles a varias enfermedades que pueden frustrar sus esfuerzos por recoger una cosecha abundante. Para asegurarse de que sus tomateras prosperan y producen una abundancia de tomates sanos, es esencial conocer las enfermedades más comunes, saber identificarlas a tiempo y comprender cómo tratar y cuidar sus plantas. En este artículo, destacaremos las 10 principales enfermedades de las tomateras y le orientaremos sobre su identificación, tratamiento y cuidado.

1. Tizón temprano

Identificación: El tizón temprano suele aparecer en forma de anillos concéntricos de color marrón oscuro o negro en las hojas inferiores de las tomateras. A medida que la enfermedad avanza, estas manchas aumentan de tamaño y se extienden.

Tratamiento: Eliminar las hojas infectadas, practicar la rotación de cultivos y aplicar fungicidas a base de cobre.

2. Tizón tardío

Identificación: El tizón tardío se presenta como lesiones oscuras, empapadas de agua, en las hojas, a menudo con un crecimiento blanco y velloso en el envés. Puede propagarse rápidamente cuando el tiempo es fresco y húmedo.

Tratamiento: Eliminar las hojas infectadas, asegurar una buena circulación de aire y aplicar fungicidas a base de cobre de forma preventiva.

3. Mancha foliar por Septoriosis

Identificación: La mancha foliar por Septoria se caracteriza por pequeñas manchas circulares de color marrón con un centro más claro. Afecta principalmente a las hojas inferiores y puede provocar defoliación.

Tratamiento: Podar el follaje afectado, acolchar para evitar salpicaduras de tierra y aplicar fungicidas si es necesario.

4. Marchitez por Fusarium

Identificación: Las plantas de tomate infectadas con marchitez por Fusarium muestran amarilleamiento y marchitamiento de las hojas, normalmente en un lado de la planta.

Tratamiento: Desafortunadamente, no hay cura para esta enfermedad transmitida por el suelo. Céntrese en la prevención mediante variedades de tomate resistentes y la esterilización del suelo.

5. Verticilosis

Identificación: La marchitez por Verticillium provoca el amarilleo y marchitamiento de las hojas inferiores. Se pueden observar estrías marrones en el sistema vascular de la planta al cortarla.

Tratamiento: Utilizar variedades de tomate resistentes y evitar plantar en suelos que se sepa que albergan el patógeno.

6. Pudrición del extremo de la flor

Identificación: La podredumbre de la sumidad florida no está causada por un patógeno, sino por una carencia de calcio. Aparece en forma de zonas marrones y hundidas en la parte inferior de la fruta.

Tratamiento: Mantener una humedad constante del suelo, proporcionar el calcio adecuado mediante enmiendas del suelo y evitar el exceso de fertilización.

7. Virus del mosaico del tomate

Identificación: Los síntomas incluyen patrones amarillos y verdes en forma de mosaico en las hojas y reducción de la producción de fruta.

Tratamiento: Eliminar rápidamente las plantas infectadas para evitar que el virus se propague a las sanas.

8. Mancha bacteriana

Identificación: La mancha bacteriana causa lesiones pequeñas, empapadas de agua, en hojas y frutos que acaban oscureciéndose y elevándose.

Tratamiento: Aplicar pulverizaciones a base de cobre y evitar el riego por encima de la cabeza para reducir la propagación de la enfermedad.

9. Virus del rizado amarillo de la hoja del tomate

Identificación: Las plantas infectadas por este virus muestran hojas rizadas y amarillentas y un crecimiento atrofiado.

Tratamiento: Controlar la población del vector de la mosca blanca con insecticidas y cultivar variedades de tomate resistentes.

10. Mildiú polvoroso

Identificación: El oídio aparece en forma de manchas blancas pulverulentas en hojas, tallos y frutos.

Tratamiento: Eliminar el follaje afectado, mejorar la circulación del aire y aplicar fungicidas según sea necesario.

Consejos generales para el cuidado de la planta del tomate

    1. Elija variedades resistentes a las enfermedades:< Cuando seleccione variedades de tomate para su huerto, opte por aquellas que sean conocidas por su resistencia a las enfermedades. Muchos catálogos de semillas y etiquetas de viveros indicarán si una variedad en particular tiene resistencia a enfermedades comunes como los tizones y la marchitez. Las variedades resistentes a las enfermedades pueden reducir considerablemente la probabilidad de infección.
    2. Practica la rotación de cultivos: La rotación de cultivos es una estrategia vital para evitar que las enfermedades transmitidas por el suelo se acumulen en él con el tiempo. Evita plantar tomates en el mismo lugar año tras año. Rótelos con cultivos de diferentes familias para interrumpir los ciclos vitales de los patógenos en el suelo.
    3. Riegue en la base:< Cuando riegue sus tomateras, procure hacerlo en la base de las plantas en lugar de por encima. Regar en la base ayuda a mantener las hojas secas, lo que reduce el riesgo de enfermedades foliares como plagas y mohos. El riego por goteo o las mangueras de remojo son excelentes opciones para un riego selectivo.
    4. Mantillo alrededor de las plantas:< Aplique una capa de mantillo orgánico, como paja o virutas de madera, alrededor de la base de sus tomateras. El mantillo ayuda a mantener la humedad del suelo, evita que la tierra salpique las hojas y regula la temperatura del suelo. Esta barrera puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades transmitidas por el suelo.
    5. Podar y entutorar los tomates:< Sujetar adecuadamente las tomateras mediante entutorado o enjaulado no sólo mantiene los frutos alejados del suelo, sino que también mejora la circulación del aire alrededor de las plantas. Poda las ramas inferiores que tocan el suelo y cualquier exceso de follaje para favorecer una buena circulación del aire y la penetración de la luz solar. Esta práctica ayuda a reducir la humedad, que favorece el desarrollo de enfermedades.
    6. Mantén limpio el jardín:< Retira con regularidad las hojas caídas, las plantas gastadas y otros restos del jardín, ya que pueden servir como reservorios de enfermedades y plagas. Un saneamiento adecuado del jardín es esencial para evitar la transmisión de patógenos de una temporada a otra.
    7. Reserve los tratamientos orgánicos y químicos como último recurso:< Si bien los tratamientos orgánicos y químicos pueden ser eficaces para controlar las enfermedades del tomate, deben considerarse como último recurso. Dé prioridad a las medidas preventivas como el espaciado adecuado de las plantas, la circulación de aire adecuada y el saneamiento. Si es necesario, consulte a expertos locales en jardinería o a los servicios de extensión agraria para que le orienten sobre los tratamientos más seguros y adecuados para su situación específica.
    8. Preparación del suelo:< Antes de plantar, realice un análisis del suelo para evaluar los niveles de nutrientes y el pH. Los tomates prosperan en suelos ligeramente ácidos, con un pH de entre 6,0 y 6,8. Enmiende el suelo con materia orgánica como compost o estiércol bien descompuesto para mejorar su estructura y fertilidad. Un suelo bien preparado proporciona una base sólida para el crecimiento sano de las plantas.
    9. Espacio adecuado:< Cuando plante tomates, asegúrese de que haya un espacio adecuado entre las plantas. El hacinamiento puede restringir la circulación del aire y favorecer la propagación de enfermedades. Siga las recomendaciones de espaciado que figuran en los paquetes de semillas o en las etiquetas de las plantas de vivero, que suelen aconsejar la distancia adecuada entre plantas e hileras.
    10. Vigilancia periódica: 

      La vigilancia es clave en la prevención de enfermedades. Acostúmbrese a inspeccionar sus tomateras con regularidad para detectar cualquier signo de enfermedad o plaga. La detección temprana permite la intervención oportuna y minimiza el potencial de infección generalizada. Busque hojas amarillentas, manchas, marchitamiento o cualquier síntoma inusual.

    11. Siembra en compañía:< Considere la siembra en compañía como una forma natural de disuadir plagas y enfermedades. Algunas plantas, como la albahaca y las caléndulas, pueden repeler ciertas plagas de insectos que son vectores conocidos de enfermedades del tomate. Plantar estas plantas cerca puede proporcionar una mayor protección.
    12. Ajuste los niveles de nutrientes:< Vigile de cerca los niveles de nutrientes durante toda la temporada de crecimiento. Demasiado nitrógeno puede conducir a un crecimiento excesivo del follaje a expensas de la producción de fruta, haciendo que las plantas sean más susceptibles a las enfermedades. Equilibre el nitrógeno con el fósforo y el potasio para favorecer un desarrollo sano de los frutos.
    13. Fertilice sabiamente:< Aplique fertilizante según las necesidades específicas de sus tomateras. En general, los tomates se benefician de un fertilizante equilibrado con un contenido de fósforo ligeramente superior (por ejemplo, 10-10-10 o 5-10-10). Evite el exceso de fertilización, que puede estresar a las plantas y hacerlas más vulnerables a las enfermedades.
    14. Técnicas de poda adecuadas:< Al podar, utilice herramientas limpias y afiladas para minimizar el riesgo de propagación de enfermedades. Retire rápidamente el follaje enfermo o dañado y deséchelo lejos del jardín. Una poda adecuada también ayuda a mantener una copa abierta, lo que favorece la circulación del aire.
    15. Apoye a los insectos beneficiosos:< Atraiga y apoye a insectos beneficiosos como mariquitas y avispas parásitas en su jardín. Estos depredadores naturales pueden ayudar a controlar las poblaciones de plagas que, de otro modo, podrían propagar enfermedades.
    16. Ponga en cuarentena las plantas nuevas:< Si introduce plantas de tomate nuevas en su huerto, considere ponerlas en cuarentena durante un breve periodo antes de plantarlas con el resto de su cultivo. Esta precaución puede evitar la posible transmisión de enfermedades de las plantas recién llegadas a las ya existentes.
    17. Mantenimiento de registros: Lleve un diario de jardinería para registrar las fechas de plantación, las variedades utilizadas y las observaciones a lo largo de la temporada. Llevar un registro de sus prácticas de jardinería y de cualquier enfermedad o plaga que aparezca puede ayudarle a tomar decisiones informadas en temporadas posteriores.

Si está atento y es proactivo a la hora de identificar y tratar estas enfermedades comunes de las tomateras, podrá disfrutar de una abundante cosecha de tomates sanos y deliciosos año tras año. Recuerde que la prevención es a menudo la mejor defensa contra estas enfermedades de las plantas, así que tome medidas para mantener un entorno de crecimiento saludable para sus plantas de tomate.