El ingenioso truco para cultivar un olivo a partir de una semilla de aceituna: Tan fácil como eso

El olivo evoca la tierra, el aire cálido y el Mediterráneo. En las tiendas, el aceite de oliva puro se presenta como un lujo. El desafío está en aquel que sabe encontrar la mejor extracción. Lo llamamos «aceite de oliva virgen». Los amantes de la naturaleza y los ecologistas prueban trucos para llevar este lujo a sus hogares. Cultivar un olivo es un proyecto, una aventura. El árbol crece y nosotros crecemos con él. Aprendemos de su paciencia, lo cuidamos, lo regamos… y cuando quiere, nos lo devuelve. Este artículo cautivará a quienes se entusiasman con la idea de cultivar un olivo en su jardín. ¡Qué gracia adornar tu jardín con este árbol que evoca la generosidad! Estas son pautas simples pero específicas. Si se siguen estrictamente, garantizarán el crecimiento, desarrollo y longevidad de tu olivo desde casa con solo una semilla. Te mostraremos el proceso, dividido en 3 fases principales. Sí, vale la pena.

Primero, debes elegir la variedad de olivo que deseas plantar. Los olivos no son todos iguales, incluso en cuanto al color y aroma de sus aceitunas. Esta diferencia depende de la especie, su cultivo y el tiempo de maduración de los frutos. Te recomendamos documentarte sobre la especie de olivo que, según tus condiciones, suelo y clima, pueda crecer, desarrollarse y reproducirse.

¿Cómo se utilizan las semillas de oliva? Ahora que has tomado una decisión sensata sobre el tipo de olivo, veamos cómo recolectarás las semillas de oliva.

1. Recolecta las aceitunas al principio del otoño: Se trata de recoger aceitunas directamente de un olivo, para que los núcleos estén todavía vivos. La temporada es crucial, ya que es el momento para frutos verdes y maduros, y además, el olivo prospera en una zona de resistencia invernal de 8 a 10. Evita las aceitunas comerciales cuyos núcleos hayan sido destruidos por aditivos químicos. Recomendamos visitar granjas vecinas, ¡tienes muchas posibilidades de encontrar productos orgánicos!

2. Remoja las aceitunas en un cubo lleno de agua tibia: Esto las ablandará para que la piel se desprenda fácilmente del hueso. Después de una noche en remojo, las aceitunas se pueden moldear. Recuerda revolver el agua cada tres horas. Las aceitunas en mal estado pueden flotar en la superficie, lo que indica que están podridas y deben ser eliminadas del proceso.

3. Deja escurrir las aceitunas y recolecta los núcleos: Ahora las aceitunas están suaves y moldeables. Rompe los huesos con un martillo o un cuchillo afilado para separarlos de la pulpa. Usa una esponja para fregar, un cuchillo con el que te sientas cómodo o papel de lija para limpiar los núcleos de la pulpa y dejarlos completamente limpios.

4. Corta los núcleos de las aceitunas, pero no completamente: Inserta un cuchillo en el extremo plano del núcleo, pero ten cuidado de no aplastar la semilla. Luego, remoja en agua a temperatura ambiente y espera durante la noche. Al día siguiente, estarán listos para pasar a la siguiente fase. Los núcleos de oliva están limpios y listos para la fase de siembra, y ahora se plantarán en una mezcla de tierra y compost, que a su vez drena el agua en el suelo. No te preocupes, todo esto se encuentra en una tienda de jardinería.

Este viaje es divertido de principio a fin…

1. Planta una semilla de olivo por maceta, llena de tierra y compost: Coloca una semilla cubierta de tierra y compost en cada maceta de aproximadamente 7 cm, sin olvidar regarla pero tampoco inundarla. Si prefieres, usa guantes para mezclar la tierra con las manos, o incluso un palito.

2. Empuja la semilla hacia adentro, pero no olvides exponer la maceta al sol: Entierra las semillas hasta 3/4 de la maceta: El sol ayuda a la germinación. Es mejor plantar una semilla por maceta para que reciba suficientes componentes orgánicos y nutrientes que le hayas añadido.

3. Efecto invernadero: Para lograr el efecto invernadero necesario para la germinación, envuelve las macetas en bolsas de plástico de polietileno. La cercanía a la luz solar es beneficiosa, pero no la expongas directamente desde el principio. Observarás el crecimiento de los brotes después de un mes. ¡Ya están tomando forma, es genial!

4. El agua es obligatoria: El agua es imprescindible, ya que los 5 centímetros de tierra deben permanecer húmedos. Así que asegúrate de regar cada vez que se seque aproximadamente medio centímetro. Tu dedo será tu indicador. Esta experiencia se basa en probar y escuchar a la planta. Cuidado con las bacterias que pueden proliferar después de un riego excesivo.

5. Crecimiento de los brotes: Los brotes comienzan a germinar y con ellos, tu satisfacción… En este punto, destapa las macetas y colócalas cerca de la ventana mientras esperas trasplantarlas al exterior. Hasta entonces, riega según las reglas de la técnica. El crecimiento de los brotes es una buena señal de que ya estás a medio camino.

Finalmente, el olivo en maceta se liberará en el suelo…

1. Trasplante al suelo en agosto o septiembre: Temporadas propicias para hundir las macetas germinadas en el suelo, ya que la temperatura de estas estaciones favorece el crecimiento de un olivo bebé. Te recomendamos esperar 45 cm de crecimiento.

2. La tierra finalmente recibe la maceta: Excava el suelo a una profundidad compatible con la altura de la maceta para colocarla. Aquí

verás cómo prospera y crece tu olivo. La buena noticia es que al olivo no le importa el tipo de suelo, la mala noticia es que debes prestar atención al drenaje del suelo. Debe ser capaz de evacuar suficiente agua. Así que prefiere un suelo húmedo pero no enlodado. ¡Con la pala, todo es posible, no te preocupes!

3. Planta tu árbol, has esperado tanto tiempo… Saca el árbol cuidadosamente de la maceta, insértalo en el agujero preparado y cúbrelo con aproximadamente 2 cm de tierra. Te recordamos asegurarte de que el agujero y el árbol estén bien regados, y también mantener los árboles alejados para que no compitan por sus nutrientes.

4. La naturaleza asume, pero no olvides regar: El olivo no es muy exigente en cuanto a mantenimiento y cuidado, pero aún así, debe regarse tan a menudo como sea necesario, incluso al aire libre. La frecuencia de riego también depende del clima.

5. Tiempo de crecimiento del olivo: Dentro de 3 años, aparecerán las aceitunas, dependiendo de la especie de árbol que hayas decidido plantar.

6. Poda el árbol para una mejor ventilación: Las aceitunas aparecerán lentamente pero seguro. Esto no te impide podar un poco tu olivo para ventilarlo, quitar las ramas muertas y preparar las siguientes ramas que llevarán las aceitunas.

Estimadas lectoras y estimados lectores, han llegado al final de esta aventura que los recargará personalmente y les brindará ramas de olivo y, sobre todo, alegría. La receta continuará en la siguiente página.