Los mangos no solo son frutas exóticas, sino también una deliciosa conexión con días soleados y países lejanos. ¿Qué tal cultivar este placer exótico directamente en tu hogar? En este artículo, aprenderás cómo tomar el camino correcto para cultivar tus propios árboles de mango en casa y llevar el paraíso tropical directamente a tu jardín.
Paso 1: La selección del mango adecuado
El primer paso en tu camino hacia tu propio árbol de mango es seleccionar el mango adecuado. Asegúrate de elegir un mango maduro y fresco. Escoge una variedad que pueda prosperar en tu clima. Algunas variedades populares para el cultivo en casa son ‘Keitt’, ‘Kent’ o ‘Tommy Atkins’. Tu vivero local también puede ayudarte a encontrar la mejor variedad para tu clima.
Paso 2: Preparación de la semilla
Una vez que hayas seleccionado tu mango, es hora de preparar la semilla. Retira la pulpa del mango y limpia la semilla cuidadosamente. Luego, déjala secar durante uno o dos días. Recuerda que no todas las semillas de mango son viables, así que prepara varias para asegurarte de tener éxito.
Paso 3: Plantación de la semilla
Una vez preparada la semilla, puedes plantarla en una maceta con tierra bien drenada. Asegúrate de que la semilla esté enterrada aproximadamente hasta la mitad en la tierra. Mantén la tierra húmeda, pero no demasiado mojada. Utiliza un lugar soleado cerca de una ventana o, mejor aún, un lugar al aire libre con mucho sol.
Paso 4: Cuidado del joven árbol de mango
Una vez que la semilla germine, comienza tu aventura cuidando tu joven árbol de mango. Asegúrate de que reciba suficiente luz solar y protégelo de los fuertes vientos. Riega regularmente, pero evita el agua estancada para prevenir la pudrición de las raíces. Cuando tu árbol de mango alcance un tamaño adecuado, puedes trasplantarlo a una maceta más grande o directamente a tu jardín.
Paso 5: Cosecha de frutas
La paciencia tiene recompensa, y después de algunos años, tu árbol de mango estará listo para dar frutos. Disfruta el momento en que puedas cosechar los primeros mangos maduros de tu propio árbol. Corta las frutas con cuidado cuando estén maduras y disfruta del dulce sabor de los mangos frescos y cultivados en casa.
Conclusión
Cultivar un mango en casa puede requerir algo de tiempo y atención, pero el dulce sabor del éxito recompensará tu esfuerzo. Sigue estos pasos y observa cómo tu pequeña semilla de mango se convierte en un impresionante árbol. Trae un pedazo de los trópicos a tu jardín y déjate llevar por la fascinación del cultivo propio. Aunque el camino hacia tu propio mango puede ser un desafío, los dulces frutos del éxito hacen que el viaje valga la pena.