Descubriendo este secreto harás crecer millones de orquídeas en tu jardín

En muchos jardines domésticos es posible hacer crecer millones de orquídeas si se sigue un simple secreto casero. Sin embargo, el cultivo de orquídeas en el hogar requiere cierto cuidado y conocimiento específico. Las orquídeas son plantas exóticas extremadamente hermosas y delicadas que pueden cultivarse tanto en interiores como en exteriores. El cuidado adecuado es crucial para su crecimiento y floración.

Use banana for your orchid, Roots and sprouts grow uncontrollably - YouTube

La propagación de las orquídeas es posible mediante algunos cuidados específicos. Para aprender cómo multiplicar las orquídeas, recomiendo seguir el procedimiento aquí descrito.

Orquídeas en maceta y en el jardín

Las orquídeas pueden cultivarse en macetas o en el jardín. Al cultivar orquídeas en maceta, es importante elegir la maceta adecuada, la temperatura adecuada y las condiciones de luz. Dado que requieren cierta humedad para prosperar, es crucial crear un clima adecuado. Por ejemplo, el musgo es una buena opción para las orquídeas en maceta, ya que retiene la humedad. Una orquídea saludable debe mantenerse siempre bien hidratada, ya sea rociando regularmente la planta o colocándola en una habitación húmeda de la casa.

Las orquídeas en maceta requieren una cantidad adecuada de luz y pueden ser trasladadas según la temporada. Para crecer y durar mucho tiempo, las orquídeas en maceta necesitan calor, una buena circulación de aire y riego regular.

Para el cultivo en el jardín, es recomendable elegir el tipo adecuado de orquídea de jardín. Por lo general, es mejor plantar la orquídea en primavera con su maceta directamente en la tierra, retirando la maceta en la primavera siguiente para aclimatarla. Es aconsejable colocarlas siempre en lugares sombreados y en suelos arcillosos.

Consejos para evitar daños

Un error común es limpiar las raíces de la orquídea que sobresalen de la maceta. La elección del suelo adecuado también es importante. Las orquídeas nunca deben exponerse a la luz solar directa. La temperatura ideal para las orquídeas oscila entre 18 y 20 grados Celsius. También es importante evitar cambios bruscos de temperatura.

El riego es crucial para la supervivencia de una orquídea. El sustrato generalmente está compuesto por corteza de pino o astillas de abeto, que liberan agua gradualmente. Debe evitarse que el agua se deposite en las hojas, que las flores se mojen o que la maceta permanezca en agua estancada. El mejor método para regar una orquídea es desde arriba o sumergiéndola en un recipiente.

El secreto para tener muchas orquídeas

Para determinar si una orquídea puede ser recuperada y luego propagada, simplemente retire la parte exterior del tallo y vea si el interior todavía está verde. Luego, corte el tallo en dos partes y aplique cera en los extremos de los dos tallos con una vela encendida. Después de aplicar uniformemente la cera, déjela secar.

Mientras tanto, tome jengibre fresco, que con sus propiedades ayudará a que la planta de orquídea germine. Después de cortar un trozo de jengibre fresco, coloque los trozos en un frasco de vidrio. Agregue aproximadamente 300 ml de agua tibia, cierre el recipiente y déjelo reposar cubierto durante aproximadamente 24 horas para obtener una solución de jengibre nutritiva para las orquídeas.

La mezcla de jengibre, una vez filtrada, se utiliza para remojar los dos tallos de orquídea durante aproximadamente media hora. Mientras los tallos absorben la mezcla, tome musgo, que debe desinfectarse simplemente remojándolo en la mezcla durante 30 minutos.

Luego, tome dos vasos de plástico y haga dos agujeros en el fondo con un cortador. Exprima el musgo desinfectado y divídalo en el fondo de los dos vasos. En el centro de un vaso con musgo, coloque los dos tallos de orquídea y humedézcalos con agua. Antes de dejar el recipiente con las orquídeas en un lugar seco, coloque el otro vaso de plástico sobre el recipiente para cerrarlo. En tres semanas, rociando ocasionalmente agua, las pequeñas orquídeas comenzarán a crecer. Solo después de que se hayan desarrollado, pueden separarse y plantarse en macetas individuales.