Aunque muchos franceses utilizan los dos términos para describir el agua con burbujas, hay una diferencia notable entre el agua con gas y el agua carbonatada. He aquí cómo.
En los últimos meses, la atención se ha centrado en el agua con gas. La causa ha sido la escasez de ciertos productos en los supermercados. También ha puesto de relieve las diferencias entre el agua con gas y la carbonatada.
La guerra de Ucrania ha afectado a la producción de gas alimentario. Producido principalmente en Rusia, se ha vuelto cada vez más escaso, como informa RTL.
¿Cuáles son las consecuencias? El cierre de la fábrica italiana de San Pellegrino en Ruspino, cerca de Bérgamo. Dos meses antes, otra marca italiana se enfrentaba a las mismas dificultades.
«El CO2 no está disponible y todos nuestros competidores están en la misma situación», declaró Alberto Bertone, Director General de Acqua Sant’Anna. Antes de añadir, desconcertado: «Estamos desesperados».
La adición de CO2 distingue el agua con gas del agua carbonatada
Es este CO2 el que distingue el agua con gas del agua carbonatada. La periodista Andrea Decaudin también ofreció una explicación en su cuenta de Instagram.
Según ella, el agua con gas es un «producto transformado». «Es agua a la que se le ha añadido dióxido de carbono en una fábrica para crear las burbujas. Esto está claramente indicado en las botellas», ha dicho.
Esta operación consiste en añadir anhídrido carbónico al agua sin gas en la fase de embotellado. Los fabricantes se han quejado en los últimos meses de la falta de dióxido de carbono. En cambio, el agua con gas «contiene burbujas de forma natural». Se embotella en origen, sin añadir gas artificial.
¿El consejo del periodista para encontrar agua con gas en las tiendas? Busque la mención «CO2 de origen natural» en las botellas.
Consejos de degustación y conservación del experto
Para disfrutar del agua con gas o carbonatada, es importante utilizar la copa adecuada y seguir ciertos gestos precisos. Para preservar las burbujas, sirva el agua en un vaso alto y estrecho que se incline al servirla, como ocurre con el champán.
Para preservar las burbujas, procura no poner la botella abierta en la puerta del frigorífico. El abrir y cerrar regular de la puerta hará que pierda las burbujas. En su lugar, coloca la botella tumbada en la nevera, o incluso boca abajo (con el corcho hacia abajo). No olvides comprobar que el corcho está bien cerrado.