Cómo podar un hibisco.

Los hibiscos son plantas encantadoras con flores hermosas, pero después de algunas temporadas de crecimiento, es posible que tu hibisco ya no produzca tantos capullos llamativos. En lugar de dejar que tu hibisco se estanque, aprende los conceptos básicos de la poda para fomentar un nuevo crecimiento. Podar un hibisco implica realizar cortes importantes a principios de la primavera y cortes menores durante la primavera y el verano, recortando las ramas que apuntan hacia afuera y por encima de un nudo; sin embargo, el estilo de poda exacto puede variar según las necesidades de tu planta. Con un poco de poda correctiva, tu jardín estará lleno de nuevos capullos de hibisco saludables.

Las plantas de hibisco crecen con flores terminales, lo que significa que cada flor de una planta de hibisco crece al final de una rama. Podar un arbusto de hibisco saludable fomentará el crecimiento e incentivará a la planta a desarrollar más ramas, produciendo así más flores. También puedes podar un árbol dañado o moribundo para prevenir la pudrición futura y promover un nuevo crecimiento saludable. La poda debe programarse para alinearse con los patrones de crecimiento naturales de la planta de hibisco. Nunca debes podar el hibisco a finales de otoño o en invierno, ya que esto impediría un nuevo crecimiento en primavera. Las horas exactas varían según tu ubicación, pero en general, las podas completas/importantes deben realizarse a principios de la primavera, con podas menores hasta principios de otoño, hacia septiembre. Si mantienes tus plantas de hibisco en el interior durante el invierno, espera a trasladarlas al exterior para podarlas.

Para realizar una poda sin daños, necesitarás un cuchillo muy afilado, un par de tijeras de podar bien afiladas, un par de podaderas bien afiladas y una sierra de mano para todo lo que sea demasiado grande para ser cortado con tus herramientas pequeñas. Esteriliza todas las herramientas antes de comenzar y entre el podado de cada planta, para evitar la propagación de enfermedades. Puedes esterilizar con alcohol isopropílico, un esterilizador de manos o un desinfectante hortícola. Tus herramientas deben estar absolutamente afiladas; un cuchillo, una tijera o una sierra desafilada causarán más daño que bien si intentas podar con ellas. Tómate el tiempo necesario para afilar tus herramientas, o cómpralas nuevas si las tuyas son demasiado viejas.

Ten en cuenta que el lugar donde cortas es el lugar de nuevas brotaciones, así que siempre querrás podar tu hibisco en las ramas que apuntan hacia afuera. Realiza todos los cortes a ¼ de pulgada desde la parte superior de un nudo (el lugar donde emerge un brote/hoja) en un ángulo ascendente de 45 grados. El extremo inferior de cada corte debe estar cerca del centro del arbusto, mientras que el extremo superior del corte debe estar más cerca del exterior del arbusto. Esto ayuda al agua a drenar desde la superficie cortada en lugar de acumularse, lo que reduce el riesgo de infección. Aunque la cantidad de planta que podas varía de una situación a otra, la regla general es que nunca debes cortar más de ⅔ de una rama. Cortar una parte demasiado grande de la planta ya no se considera poda, sino simplemente dañar el hibisco.

Existen varias técnicas que puedes utilizar para podar el hibisco. Una técnica ligera consiste en «pellizcar» la planta cortando solo las puntas de las ramas cerca de la parte superior, de manera que estimules un poco el crecimiento sin perder la mayor parte de la planta. Esta es la forma más suave y segura de poda para principiantes. El pellizco debe realizarse principalmente en plantas jóvenes o pequeñas, ya que no necesitan mucha poda al principio de su vida para fomentar un nuevo crecimiento. Corta las puntas de cada rama en el nudo más alto o más alto. Esto es lo que sigue después del «pellizco» de tu hibisco e implica cortar secciones más grandes de tu planta, pero solo en ciertos lugares para conservar la forma general del arbusto. Durante la poda selectiva, debes buscar nudos situados a ⅓ de la parte superior de la rama y cortar justo encima de ellos. Haz esto para la mayoría o todas tus ramas para desarrollar lugares para un nuevo crecimiento. La poda completa implica cortar toda una planta de hibisco al principio de la temporada, para producir la cosecha de flores más hermosa disponible. Las podas completas son agridulces, porque aunque permiten que tu arbusto produzca la mayor cantidad de flores, requieren cortar casi toda la planta de hibisco para empezar. Corta cada rama del arbusto de hibisco de manera que queden solo 2-3 nudos por rama. Recuerda que nunca debes cortar más de ⅔ de una parte de una rama.

Como su nombre lo indica, la poda correctiva se realiza cuando necesitas solucionar un problema en la planta. Típicamente, la poda correctiva debe hacerse en partes dañadas o enfermas de una planta de hibisco. Corta hasta donde sea necesario en las ramas dañadas, hasta que después de un corte se exponga madera verde. Si podas la rama pero la madera está dura y blanca, está muerta y no se recuperará con un nuevo crecimiento. Una poda dura se realiza solo en las situaciones más drásticas cuando un arbusto de hibisco está casi completamente muerto o dañado. Una poda dura implica cortar todas las ramas para exponer el crecimiento vivo, con la esperanza de que la planta comience a crecer nuevamente con el tiempo. Una poda dura puede no funcionar si la planta ya está muerta, pero al hacerla, al menos sabrás cuál es el estado final de tu hibisco. Solo poda duro en primavera, nunca en otras épocas del año.