El aspirador es una herramienta fantástica para limpiar alfombras, tapizados, muebles y muchas otras superficies del hogar. Además de eliminar la suciedad, contribuye a reducir los alérgenos potenciales y mejorar la calidad del aire interior. A continuación, te mostramos con qué frecuencia debes pasar el aspirador y por qué es aún más útil asociar su uso con un producto de limpieza común: el bicarbonato de sodio.
Si pasar el aspirador es suficiente para eliminar el polvo, al agregar bicarbonato de sodio a esta rutina, es posible limpiar más profundamente las superficies gracias a su poder desodorizante y limpiador. Te explicamos el interés de su uso con el aspirador, la frecuencia con la que deberías usarlo y cómo hacerlo.
¿Con qué Frecuencia Deberías Pasar el Aspirador?
La frecuencia para pasar el aspirador varía según la superficie que desees limpiar. Aunque el revestimiento de nuestros suelos no parezca sucio, inevitablemente acumula desechos y suciedad, sin importar la naturaleza del suelo o el material. Los ácaros y las bacterias encuentran fácilmente su lugar allí.
Por ejemplo, las alfombras se ensucian rápidamente porque albergan una mayor cantidad de ácaros. Por lo tanto, pasar el aspirador regularmente es especialmente importante para reducir su proliferación.
¿Cuál es el Interés de Usar Bicarbonato de Sodio con el Aspirador?
Tus suelos y alfombras se beneficiarán especialmente del bicarbonato de sodio gracias a su composición alcalina que puede desprender eficazmente la suciedad. Su capacidad natural para desodorizar también es una de las características más interesantes para devolver la frescura a los suelos y alfombras antes de pasar el aspirador. Sin mencionar su poder antibacteriano, que elimina bacterias y ácaros de tus alfombras.
¿Cómo Asociar el Uso del Aspirador con el Bicarbonato de Sodio?
Para pasar el aspirador y asociarlo con bicarbonato de sodio, no hay nada más sencillo. Simplemente espolvorea una buena cantidad de bicarbonato en el suelo antes de usar tu aspirador para eliminar la suciedad, las manchas y combatir los malos olores.
En la moqueta, espolvorea bicarbonato de sodio cubriendo toda la superficie y deja reposar durante 30 minutos antes de pasar el aspirador. Este proceso sencillo es suficiente para eliminar los malos olores y limpiar eficazmente tu moqueta.
En cuanto a las alfombras, pueden ser más fáciles de limpiar que las moquetas. Después de espolvorear bicarbonato de sodio sobre la alfombra, simplemente pasa el aspirador inmediatamente después. Luego, puedes usar una solución de agua con unas gotas de aceite esencial de lavanda, menta o eucalipto y rociar ligeramente sobre las áreas propensas a la suciedad y los malos olores. Deja actuar la solución mientras dejas tus alfombras al aire libre o en un lugar bien ventilado.
En resumen, integrar bicarbonato de sodio en la rutina de limpieza del hogar facilita muchas tareas diarias, como eliminar los olores persistentes de un refrigerador.