En el mundo tecnológico de hoy en día, la gente quiere volver a estar en contacto directamente con la tierra. Tener un pequeño huerto de bricolaje en casa es el sueño de muchos, aunque no siempre se tenga un pulgar verde. En este caso, los agricultores acuden al rescate con su método fácil de poner en práctica. Se trata de cultivar jengibre y hierba limón directamente en el jardín de casa, así como ajo para multiplicar y tenerlos disponibles siempre que quieras. ¿Cómo hacerlo? Es muy sencillo.
EL MÉTODO DEL AGRICULTOR, ¿CÓMO CULTIVAR JENGIBRE Y HIERBA LIMÓN EN CASA?
Hay mucha gente a la que le gustaría tener un pequeño rincón verde en casa y, además, cultivar algo. El método del agricultor enseña paso a paso cómo cultivar jengibre y hierba limón en pocos pasos.
Para cultivar jengibre es necesario tener algún producto listo y lavado. A continuación, cada parte se parte en dos y se coloca dentro de un cuenco de cristal o una fuente de horno de cristal.
A continuación, añade agua y cúbrelo con un paño de cocina húmedo. Deja que el jengibre siga su curso y al cabo de una semana podrás ver las primeras raíces. Si aún no se han desarrollado, repite el proceso durante otra semana. A continuación, las partes de jengibre con la raíz deben colocarse en una maceta con tierra, para que otras plantas de jengibre puedan desarrollarse indefinidamente.
Lo mismo ocurre con la citronella, que puede multiplicarse a voluntad mediante un método muy sencillo.
Coger y tallos y cortar la parte fina de debajo con la ayuda de un cuchillo. Una vez hechos todos los tallos, prepara un tarro lleno de agua para cada tallo (no en parejas ni en grupos). Deja que el agua siga su curso y al cabo de unos días podrás notar las primeras raíces.
Una vez que las raíces se hayan desarrollado, puedes poner los tallos en la tierra para poder tener plantones indefinidamente.
Consejos para cultivar ajos en casa
Tampoco podía faltar el método del agricultor para el cultivo del ajo. En este caso, se trabaja directamente con cabezas de ajo enteras.
Éstos deben pelarse completamente. A continuación, se preparan macetas/recipientes llenos de agua en los que se colocan los ajos con cuidado. Los ajos no deben estar sumergidos en el agua, sino sólo la parte de debajo para que se desarrollen las raíces. A medida que pase el tiempo, se notarán raíces blancas cada vez más largas y cuando hayan alcanzado el extremo de la maceta se podrán arrancar.
De nuevo, hay que colocarlos en una maceta con tierra, pero antes hay que dividir la cabeza de ajo diente a diente. Sólo entonces se puede poner la raíz en el suelo y esperar a que se multiplique.