Las bebidas a base de hierbas tienen un efecto positivo sobre nuestra salud. La misma infusión puede utilizarse también para abonar las plantas del jardín o de la casa. Con hierbas o cáscaras de frutas y verduras pueden prepararse infusiones para abonar las plantas, en forma de tisanas o infusiones.
Puede pulverizarlos bajo los pies de las plantas para fertilizarlas y favorecer su crecimiento como sustituto de los fertilizantes químicos.
Hemos recopilado para usted algunos consejos sobre cómo conseguir abonos naturales para su jardín y sus huertos.
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Infusión de algas
Lo utilizan principalmente las personas que viven cerca del mar y tienen la posibilidad de recoger algas. De lo contrario, puede comprar algas. Lave las algas y viértalas en un cubo. Llene el cubo con agua, tápelo y déjelo reposar durante dos meses. El resultado es una solución que puede diluirse en agua y pulverizarse sobre la base de las plantas para acelerar el desarrollo de flores y frutos.
2. Infusión de cáscaras de verduras
Ponga las pieles de las verduras recién peladas en un cubo. Cúbralas con agua hirviendo y déjelas reposar toda la noche o hasta dos días. Por la mañana, escúrralas, fíltrelas y utilice el líquido resultante para regar las plantas.
3. Té de cola de caballo.
El extracto de cola de caballo puede utilizarse como agente antifúngico, pero también para alimentar las plantas del jardín. Se elabora a partir de cola de caballo fresca o seca, como una infusión normal. Pon a hervir una olla con agua, añade una pequeña cantidad de cola de caballo, deja reposar de 10 a 15 minutos y cuela la mezcla. Espera a que se enfríe antes de utilizarla.
4. Té de ortiga
La infusión de ortiga se prepara mediante la infusión de toda la planta o sólo de las hojas. Se puede utilizar como abono, especialmente para plantas como los tomates. La infusión de ortiga se puede diluir y utilizar como abono para los plantones de tomate a partir de 10 días después de la siembra. También se pueden utilizar hojas frescas de ortiga, que se entierran en los agujeros donde se van a trasplantar los plantones.
5. Infusión de posos de café
Es uno de los muchos usos alternativos del café. La infusión de café para abonar las plantas se obtiene simplemente vertiendo un poco de café sobrante (posos de café) en el agua que vaya a utilizar para regar. También puede espolvorear café molido alrededor de las raíces de las plantas. El remedio es especialmente adecuado para azaleas, arándanos y rododendros.
6. Té vegetal
Guarde siempre el agua de cocción de las verduras que haya puesto a hervir. Si desea utilizarla para regar y abonar las plantas, el agua de cocción no debe estar salada.Así que no añada sal y condimente las verduras sólo después de cocinarlas. Los minerales que suelten las verduras se quedarán en el agua. Deje enfriar, diluya en una regadera y utilice el líquido resultante como abono natural para sus plantas.
7. Té de manzanilla
La infusión de manzanilla puede utilizarse como abono para las plantas cuando se prepara compost. Añadir infusión de manzanilla al compost elaborado simplemente con abono y restos de comida acelera la descomposición de los residuos orgánicos. Por lo tanto, los restos de cocina, el compost y la infusión de manzanilla son un excelente abono natural.
8. Té de caléndula
La infusión de caléndula es útil para potenciar el vigor de las plantas en el jardín o en macetas. Prepare siempre pequeñas cantidades de infusión y utilícela rápidamente vierta sobre la tierra al pie de las plantas. Por ejemplo, 2 cucharaditas de caléndula seca son suficientes para 250 ml de agua hirviendo. Deje actuar durante 10-15 minutos y deje enfriar antes de utilizar.
9. Té de diente de león
La infusión de diente de león estimula el crecimiento de las plantas y enriquece el suelo. Vierte dos cucharaditas de diente de león seco en una taza de agua hirviendo. Deja infusionar de 10 a 15 minutos, filtra y deja enfriar. Espolvorea al pie de las plantas en pequeñas cantidades, como si fuera un abono común de jardín.
10. Té de cáscara de plátano
Las cáscaras de plátano son un remedio natural adecuado para fertilizar las rosas. Corta una cáscara de plátano en trozos pequeños y viértela en un recipiente con un pulverizador. Llena la botella elegida con agua, tápala y déjala reposar durante quince días. Esto permite que las cáscaras de plátano fermenten antes de usarlas. El resultado es un fertilizante líquido natural que puedes pulverizar alrededor de tus rosas para hacerlas florecer.