Gancia casero ¡La receta para preparar esta deliciosa bebida en minutos!

El calor nos agobia y las noches se alargan, disfrutando del placer de encontrar un poco de alivio cuando cae el sol, acompañamos este momento con un delicioso Gancia batido. Lo confesamos… ¡adoramos el Gancia! Aperitivo rico como pocos, este licor es ideal para preparar una variedad infinita de cócteles y refrescarnos deleitándonos con su exquisito sabor. ¡Y qué mejor que hacerlo nosotros mismos! El Gancia es una bebida sumamente refrescante, su combinación con otras frutas, jugos y refrescos lo hacen incomparable. Por supuesto, al hacerlo nosotros mismos y prescindir de cualquier tipo de procesamiento, el resultado será un poco más turbio, por así decirlo, pero el sabor será prácticamente el mismo. Aprovecha estos días que aún faltan para que termine el verano.

Ingredientes:
– 500 ml de Alcohol
– 3 l de Agua mineral
– 1 Pomelo amarillo
– 1 Limón grande
– 1 Naranja
– 1 kg de Azúcar refinada
– 2 Ramitas de Romero
– 5 Clavos de olor
– Damajuana de vidrio o recipiente similar
– Filtro de café

**Preparación:**
Comenzamos lavando bien las frutas, eliminando cualquier residuo que puedan tener en la cáscara. Siempre es preferible utilizar frutas orgánicas cuando se van a utilizar con la cáscara, aunque reconocemos que a veces puede ser difícil conseguirlas. Por ello, muchas personas optan por recurrir a otros métodos de limpieza, como dejar reposar la fruta en vinagre y limón. Esta combinación de poderosos bactericidas es muy efectiva para eliminar bacterias y cualquier agroquímico que puedan contener.

Una vez que las frutas están limpias, las cortamos en tiras, procurando que quepan por la boca de la damajuana. Luego de colocar las frutas en el recipiente, añadimos el alcohol y el agua. Tapamos con un corcho y agitamos bien. Destapamos y agregamos el azúcar, los clavos de olor y las ramitas de romero. Volvemos a tapar definitivamente. Dejamos macerar durante 30 a 40 días y guardamos en un lugar fresco y oscuro. Es recomendable agitar la damajuana al menos una vez por semana.

Transcurrido ese tiempo, filtramos el líquido para retirar las cáscaras y demás ingredientes. Cuanto más se filtre antes de colocarlo en la botella, mejor. Luego, embotellamos, enfriamos bien y ¡listo!