Cuando exprimes una naranja en el fregadero, ocurre algo que nunca habrías imaginado después de unos pocos minutos. Durante todo el año, pero especialmente en los meses festivos, la naranja es uno de los frutos más consumidos en Italia. Este cítrico es típico de la temporada invernal y de las festividades, evocando recuerdos navideños y siendo utilizado incluso con propósitos decorativos.
Muchas personas emplean la naranja para adornar sus hogares, ya sea secando rodajas de la fruta y colgándolas en el árbol de Navidad con una cuerda para una decoración única, o utilizando la cáscara para crear figuras como árboles de Navidad o estrellas, que luego se colocan como centros de mesa en cenas festivas, sorprendiendo a los invitados.
Además de su función decorativa, la naranja también se utiliza por su distintivo aroma. Al dejar la cáscara en un recipiente con agua sobre fuentes de calor, los aceites esenciales liberarán un perfume característico que impregnará toda la casa, evitando la necesidad de comprar productos para perfumar los espacios.
Sin embargo, las naranjas siempre han sido consideradas aliadas de la salud. Gracias a su alto contenido de vitamina C, ayudan a prevenir y tratar resfriados, además de proporcionar un impulso de energía. No es casualidad que muchos medicamentos incluyan la naranja entre sus ingredientes, ya que, gracias a sus propiedades, puede controlar y tratar de manera efectiva algunas enfermedades comunes en esta temporada.
El jugo de naranja no solo es beneficioso para la salud, sino que también puede ser útil para tareas domésticas. Muchos desconocen que exprimir una naranja en el fregadero puede resolver un problema importante que podrías enfrentar.
En ocasiones, el fregadero puede desprender malos olores debido a la acumulación de residuos o atascos en las tuberías, o simplemente debido a las condiciones climáticas adversas. La lluvia intensa puede elevar el nivel del agua en los desagües, lo que provoca olores desagradables que se filtran desde las cañerías del fregadero.
Para contrarrestar esto, se puede utilizar jugo de naranja junto con borax, bicarbonato de sodio y agua caliente para crear una solución efectiva que se vierte en el fregadero. Si no se dispone de todos los ingredientes, simplemente corta una naranja por la mitad y frótala en el fregadero, luego enjuaga con agua para limpiarlo todo.
De esta manera, el jugo de naranja fluirá hacia las tuberías y podrá enmascarar el mal olor, haciéndolo menos intenso y más agradable gracias a las propiedades de los aceites esenciales presentes en este cítrico.