Ingredientes:
- 100 gramos de mantequilla
- 1 taza de harina
- 2 tazas de leche
- 100 gramos de jamón serrano, picado finamente
- 100 gramos de queso manchego o el queso de tu elección, rallado
- Sal y pimienta al gusto
- Nuez moscada al gusto (opcional)
- 2 huevos
- Pan rallado
- Aceite para freír
Instrucciones:
- En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega la harina y cocina, revolviendo constantemente, hasta que la mezcla adquiera un color dorado claro.
- Poco a poco, incorpora la leche, asegurándote de mezclar bien para evitar la formación de grumos. Continúa cocinando a fuego medio hasta que la mezcla espese y alcance una consistencia cremosa. Esto es la bechamel.
- Agrega el jamón picado y el queso rallado a la bechamel. Mezcla bien hasta que el queso se derrita y todos los ingredientes estén bien incorporados.
- Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Ten en cuenta que el jamón y el queso ya aportarán sal al plato, así que es mejor comenzar con poca sal y ajustar según sea necesario.
- Retira la mezcla del fuego y deja que se enfríe. Luego, refrigérala durante al menos 2 horas o hasta que esté firme.
- Una vez que la mezcla esté fría y firme, forma pequeñas bolitas con las manos para crear las croquetas.
- Bate los huevos en un plato hondo. Pasa cada croqueta por huevo batido y luego por pan rallado, asegurándote de cubrirlas completamente.
- Calienta abundante aceite en una sartén profunda a fuego medio-alto.
- Fríe las croquetas hasta que estén doradas y crujientes por todos lados. Retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Sirve las croquetas de jamón y queso calientes y disfruta.
Estas croquetas son deliciosas como aperitivo o acompañadas de una salsa de tu elección. ¡Buen provecho!