Ingredientes:
Para la base de galleta:
- 200 gramos de galletas (pueden ser galletas tipo María o galletas Digestive)
- 100 gramos de mantequilla derretida
Para el relleno de yogur:
- 500 gramos de yogur natural (puedes utilizar yogur griego para una textura más cremosa)
- 200 gramos de queso crema
- 1/2 taza de azúcar (ajusta la cantidad según tu preferencia)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Para la cobertura:
- Frutas frescas al gusto (fresas, arándanos, kiwi, etc.)
Instrucciones:
- Tritura las galletas en un procesador de alimentos o colócalas en una bolsa de plástico y aplástalas con un rodillo hasta obtener migas finas.
- En un tazón, mezcla las migas de galleta con la mantequilla derretida hasta que se forme una masa homogénea.
- Cubre la base de un molde desmontable con papel de horno para facilitar el desmoldado. Luego, presiona la masa de galleta en el fondo del molde para formar la base de la tarta. Refrigera durante 15-20 minutos para que se endurezca.
- Mientras tanto, en otro tazón, mezcla el yogur natural, el queso crema, el azúcar y la esencia de vainilla. Remueve hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
- Vierte la mezcla de yogur sobre la base de galleta en el molde. Nivela la superficie con una espátula.
- Cubre la tarta con papel film y refrigérala durante al menos 4 horas o durante toda la noche para que adquiera una textura firme y cremosa.
- Antes de servir, decora la tarta con frutas frescas al gusto. Puedes colocar fresas, arándanos, kiwi o cualquier otra fruta que te guste.
- Desmolda la tarta con cuidado y sírvela en porciones. ¡Disfruta de este delicioso postre cremoso y refrescante!
Esta tarta de yogur sin horno es perfecta para los días calurosos de verano o como final dulce después de una comida. Su textura suave y su sabor refrescante la convierten en una opción ideal para cualquier ocasión. ¡Espero que la disfrutes!