El romero es una planta aromática que no puede faltar en tu hogar, ya que no sólo se utiliza para aromatizar los alimentos, sino que también tiene diversas aplicaciones medicinales gracias a las muchas propiedades que se le han atribuido históricamente.Aprende a reproducir el romero con una simple ramita. La planta del romero es una planta muy importante en el hogar.
Afortunadamente para muchos de nosotros, es una planta muy fácil de reproducir y en dos o tres semanas es capaz de dar varios brotes.
Si quieres empezar tu propio cultivo de romero, sólo tienes que encontrar una planta que tenga algunas ramas que ya hayan crecido.Debes elegir una rama con brotes nuevos que mida más de 10 cm, esto asegurará que el nuevo brote crezca correctamente.
Asegúrate de que esta rama tenga una transición de color de café a verde, esto hará que la raíz salga más fácilmente.
Paso a paso: cómo reproducir el romero con una sola ramita
A estas ramas las llamaremos esquejes y serán las encargadas de darte nuevas plantas de romero. Una vez que tengas un esqueje listo, debes quitar algunas hojas de la base para que quede una especie de tronco. Después sólo tienes que poner tus esquejes en un recipiente con un poco de agua; asegúrate de poner la suficiente para que el líquido cubra el tronco de tu nueva planta de romero.
Después sólo tienes que dejar los esquejes en el recipiente con agua y verás que en el transcurso de la primera y tercera semana empiezan a salir raíces de alguna parte del tronco. Procura cambiar el agua del recipiente al menos una vez cada dos días durante ese tiempo y a partir de la cuarta semana empezarás a ver las nuevas raíces con más claridad. No hace falta esperar cuatro semanas, puedes poner tu romeo en el suelo en cuanto empiecen a salir las raíces.
Habrá algunos esquejes que no creen nuevas raíces, esto se debe a que la rama que elegiste no era tan joven, por lo que es importante que sean brotes nuevos.
Corta el pequeño tronco que queda en el corte, procurando no cortar las raíces. De esta forma ya podrás sembrarlas en una maceta con sustrato y regarlas con poca agua. Una vez que tu planta esté en la maceta tendrás que asegurarte de que la raíz se adapta al suelo, para ello tienes que colocarla en un lugar sombrío y vigilar que empiece a brotar con el tiempo. Una vez hecho esto, puedes colocarla en un lugar soleado.