Una clemátide feliz produce una cantidad asombrosa de flores y hojas

Las clemátides se encuentran sin duda entre las plantas trepadoras más populares que se cultivan en el paisaje doméstico. Son plantas trepadoras leñosas, así como variedades de hoja perenne. También varían en la forma y el color de las flores y en la época de floración. Por lo tanto, para cultivarlas bien, debe ceñirse al tipo concreto que haya elegido, pero la mayoría tienen los mismos requisitos.

Las clemátides son conocidas como plantas a las que les gusta tener los pies a la sombra y la cara al sol. Esto significa que su suelo debe mantenerse fresco aunque las enredaderas estén en lugares soleados. Así que puedes plantar alguna cubierta vegetal alrededor de la clemátide. Además, una capa de mantillo de 5 cm puede mantener las raíces frescas y húmedas.

Y en lo que se refiere al sistema de soporte, se pueden sostener con varias espalderas, vallas o incluso espinas para algunas especies más altas. Las clemátides también se pueden cultivar en macetas, pero quedan mejor cuando se combinan con una espaldera. Aquí tienes algunas ideas que podrían inspirarte para incorporar también esta llamativa planta a tu espacio exterior.

 

Las clemátides son fáciles de cuidar, excepto cuando se trata de regarlas. Hay que regarlas unos 2,5 cm a la semana y más profundamente en períodos secos. También hay que rellenar el mantillo cada primavera.

Están disponibles en diferentes colores, para que pueda elegir las que mejor se vean en su entorno. Estas plantas con flores también pueden quedar muy bien en macetas, lo que las convierte en la decoración perfecta para su patio, porche, balcón, etc.