Ingredientes:
*4 mitades de pechuga de pollo deshuesadas y sin piel
*sal y pimienta negra recién molida al gusto
*2 huevos
*4 tazas de pan rallado panko
*1/2 taza de queso parmesano rallado
*2 cucharadas de harina, o más si es necesario
*1 taza de aceite de oliva para freír
*1/2 taza de salsa de tomate preparada
*1/4 de taza de mozzarella fresca cortada en cubos pequeños
*1/4 taza de albahaca fresca picada
*1/2 taza de queso provolone rallado
*1/4 de taza de queso parmesano rallado
*1 cucharada de aceite de oliva
Preparación:
Preparación:25 m Cocción:20 m Listo en:1 h
Precaliente el horno a 450 grados F (230 grados C).
Coloque las pechugas de pollo entre dos hojas de plástico grueso (las bolsas de congelación resellables funcionan bien) sobre una superficie sólida y nivelada. Golpee firmemente el pollo con el lado liso de un mazo para carne hasta que tenga un grosor de 1/2 pulgada. Sazonar bien el pollo con sal y pimienta.
Batir los huevos en un cuenco poco profundo y reservar.
Mezcle el pan rallado y 1/2 taza de parmesano en otro bol y reserve.
Colocar la harina en un tamiz o colador; espolvorear sobre las pechugas de pollo, cubriendo uniformemente ambos lados.
Pase las pechugas enharinadas por los huevos batidos. Pasar la pechuga a la mezcla de pan rallado, presionando las migas en ambos lados. Repita la operación con cada pechuga. Reservar las pechugas de pollo empanadas durante unos 15 minutos.
Calentar 1 taza de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto hasta que empiece a brillar. Cocine el pollo hasta que esté dorado, unos 2 minutos por cada lado. El pollo terminará de cocinarse en el horno.
Coloque el pollo en una fuente de horno y cubra cada pechuga con aproximadamente 1/3 de taza de salsa de tomate. Cubra cada pechuga de pollo con cantidades iguales de queso mozzarella, albahaca fresca y queso provolone. Espolvoree 1 ó 2 cucharadas de queso parmesano por encima y rocíe con 1 cucharada de aceite de oliva.
Hornee en el horno precalentado hasta que el queso esté dorado y burbujeante, y las pechugas de pollo ya no estén rosadas en el centro, de 15 a 20 minutos. Un termómetro de lectura instantánea insertado en el centro debe indicar al menos 165 grados F (74 grados C).